Decoración de bodas mediterráneas

En el post de hoy os vamos a hablar de bodas mediterráneas. El concepto de boda mediterránea sigue el estilo de evocar lo máximo posible a la naturaleza mediante la decoración. Algo así como: decoración con olivos, sensación de mar, calidez del sol… Esa es la idea. Conseguir que la decoración te traslade a algo acogedor y “gustoso”.

Os vamos a dejar algunas ideas a la hora de decorar la boda que transmitirán esa esencia mediterránea. Es bastante sencillo, solamente hay que saber usar los elementos adecuados.

1. Hojas de olivos
Es el elemento principal en la decoración de las bodas mediterráneas. El hilo conductor de la boda puede ser el olivo y se puede utilizar decorando muchos espacios: desde el ramo de la novia, hasta las mesas – mediante centros de mesa – e incluso decorando el respaldo de los asientos de las sillas (por ejemplo, de las sillas de los novios o de las sillas que estén en los extremos / cabeceras). En este sentido dejamos que fluya tu imaginación.

2. Limones
Las tonalidades amarillas son perfectas: aceite, limones… Decorar un centro de mesa combinando las ramas del olivo con los limones puede ser todo un acierto. Nosotros no recomendamos mezclar muchas tonalidades más. Es más, si no quieres poner un tono amarillo, nuestra sugerencia es que dejes que el tono verdoso del olivo hable por si solo, sin nada más.

3. Tonalidades blancas y azules
El blanco es perfecto para cualquier ocasión por la elegancia que transmite. Pero en este caso porque también transmite frescura, incluso sensación de brisa. Lo que te recomendamos son: manteles blancos, largos y lisos. Sin nada más. Combinados con unos platos que tengan un mosaico azul y blanco, por ejemplo. Aunque si lo prefieres pueden ser blancos en su totalidad, grises o de un tono verdoso muy clarito.

4. Pizarras y cajas de madera
En el caso de querer usar diversos elementos decorativos lo que nosotros recomendamos son las cajas de madera y las pizarras. Con las cajas de madera se puede jugar con los espacios y los volúmenes y crear rincones interesantes. Y con las pizarras comunicar lo que se necesite: el lugar en el que se deben sentar los invitados o los números de las mesas, por ejemplo.