Luna de miel : Irlanda mítica

Hace tiempo que no publicaba nada sobre viajes para la luna de miel.  Este es el segundo verano que visito Irlanda y no puedo evitar compartir con vosotros las maravillas de esta tierra y sus gentes. Ya se que me direís ¡estas loca, ahí siempre llueve ! pero los paisajes, las costumbres, los lugareños, sus pubs y como no, su folklore, merecen la pena, además a nosotros nos hizo bueno con lo cual lo disfrutamos aún más.

No pretendo que este sea un artículo de viajes, podeís leer información sobre el sudoeste de Irlanda en un montón de sitios, lo que quiero es transmitiros la serenidad de sus paisajes y sobre todo la alegría y amabilidad de los irlandeses. Un par de anécdotas que nos hicieron gracia fueron, la de un abuelete con pinta de Santa Claus, que nos pitó y saludo riéndose desde el coche (no veaís como se reía «el peque» del matrimonio que viajaba con nosotros) o la de unos lugareños que tras pasarnos el día en la playa de Inch (¡ bellísima! Aquí se grabó parte de esa maravillosa película la Hija de Ryan) nos preguntaron con toda naturalidad al encontrarse con nosotros, sí habiamos disfrutado del día.

Ya veís, que más quereís después del ajetreo de la boda. Alguien que os alegre el día con una sonrisa y calzarse unas buenas botas y dedicarse a pasear por sitios tan hermosos como Killarney National Park (también hay recorridos en calesa para ver sus lagos).

Toda esta zona del sudoeste de Irlanda ( aquí se encuentra la mítica ruta del Ring of Kerry, con paisajes que os dejarán fascinados), se encuentra plagada de sendas que os llevarán de un pueblecito a otro y donde podeís alojaros en los agradables bed and breakfast.

Nosotros volamos a Dublín y allí cogimos un coche para emprender el trayecto. Nuestra primera escala fue Nenagh donde nos hospedamos en el Abbey Court, un hotel precioso, donde se celebraban muchas bodas en sus jardines, lo cual me dió la oportunidad de husmear un poquillo. Siguiente parada y nuestra base logística Tralee.  Aquí es fácil encontrar hotel pero mucha gente prefiere alojarse en Kenmare algo más al sur, y hacer las rutas y paseos desde este pueblo. Nosotros visitamos un montón de lugares, no parabamos en todo el día,  pero yo, particularmente, si me tuviera que quedar con una imagen, esta sería la de unas vacas pastando en un prado que llegaba a orillas del mar, con la isla Valentia y la puesta de sol al fondo.

Por último recomendaros que comaís en sus pubs, con un plato por persona basta y sus mejillones estan buenísimos, y que al final del día disfruteis de un merecido descanso, degustando una buena pinta y escuchando a los cantantes locales. Su folklore es de lo más animado y las canciones son tan pegadizas que seguro salís a bailar.

Y sobre todo recordad esta es vuestra luna de miel, así que a descansar y a disfrutar a tope!